jueves, 27 de septiembre de 2012

LA SINCERIDAD DEPORTIVA DE KLOSE

EL JUGADOR ALEMÁN DE LA LAZIO HIZO ANULAR SU GOL AL ARBITRO 
Admitió que tocó el balón con la mano, y que ese no gol debía subir al marcador.
La última acción que honra a los futbolistas y que tan pocas veces se dan, la protagonizó el delantero alemán de la Lazio, Miroslav Klose.
Jugaban en el Estadio de San Paolo el Napolés con el conjunto glacial, corría el minuto 4 de partido y el marcador era de 0-0, la Lazio botaba un corner, y en esa jugada Klose mandó al fondo de la red el balón con la mano.
De la jugada no se percató ni el colegiado Luca Banti, ni el linier de fondo, y pese a la protesta de todos los jugadores del Napolés, el gol fue concedido.
Pero nadie esperaba el desenlace de la jugada, y es que Klose se fue a por Banti para reconocerle que tocó el balón con la mano, y le pidió que anulará el gol, Banti accedió a la propuesta de Klose y no dio por legal el gol.
Pese al gesto de honradez de Klose, la Lazio cayó goleada por un Napolés enrrachado por 3-0 con un Hat-Trick del delantero uruguayo Edinson Cavani.

Gestos como este no se dan todos los días, es mas, todo lo contrario, los jugadores juegan al engaño con los arbitros, pero si es cierto que alguna vez mas se ha dado una situación igual.
Jugadores como Robbie Fowler en su época en el Liverpool, Marius Ebbers del Saint Pauli en Alemania, o el gran Paolo Di Canio en su etapa en el West Ham United también demostraron su honradez sobre el terreno de juego.






BEN BAREK, LA PERLA NEGRA DEL ATLÉTICO

LARBY BEN BAREK ES PARA MUCHOS EL MEJOR JUGADOR DE LA HISTORIA DEL ATLÉTICO
En Francia incluso escribieron, "vendan la Torre Eiffel, pero no a Ben Barek".
Larby Ben Barek nació en 1917 en un barrio pobre de Casablanca, en Marruecos, jugaba al fútbol en la calle, descalzo, como todos los niños, y tuvo por amigo en esas tardes de balón por la calle, a un mito del Boxeo como años mas tarde fue Marcel Cerdan, que cambió el balón por lo guantes.

Larby Ben Barek jugó en equipos de la zona, como el Ideal Club, o el Morocaine, donde despuntaba por encima del resto, hasta que con 22 años, en 1939 dio el salto al fútbol europeo, para jugar en Francia, concretamente en el Olympique de Marsella.
Llegó al Guerra Mundial y todo se fue al traste, pero en 1945, nada mas acabar la Guerra, su amigo de la infancia, el boxeador Marcel Cerdan, le prepara una prueba en París.
Esta prueba tuvo éxito, y Ben Barek firmó ese año con el Stade Francais por un millón de Francos.

Tres años mas tarde, y tras deslumbrar en el Estadio Metropolitano a toda la parroquia del Atlético Madrid, Ben Barek firma con el club colchonero en 1948.
Tal fue el impacto que había causado Ben Barek en Francia, que muchos rotativos pusieron esto de portada "Vendan a Torre Eiffel, pero no nos quiten a Ben Barek".

Tras firmar con el Atlético Madrid, Ben Barek desaparece del mundo, el Atlético incluso pide a la FIFA que lo sancionen, pero Ben Barek días después apareció alegando que su mujer había fallecido y que se tuvo que hacer cargo de los niños en Marruecos.
Al preguntarle sobre su estado de forma, Ben Barek sin querer presumir dice, "tengo 31 años, pero estoy mejor que un chico de 20", y no mintió.
El día de su debut ante el Racing de Santander, Ben Barek anotó la friolera de nueve goles, y la afición enloqueció con este "negrito", al que denominaron como la "Perla Negra"
Incluso el mítico Pelé, que mas tarde heredó ese apodo, dijo que solo había un jugador en el mundo mejor que el, y ese jugador se llamaba Larby Ben Barek, "si yo soy el Rey, Ben Barek es Dios". reseñó Pelé.
Al año siguiente con Helenio Herrera como entrenador, y con el sueco Carlsson de pareja en ataque, golean en Chamartín al Real Madrid por 3-6, conquistando la liga, que año mas tarde volverían a levantar.
En el Atlético Madrid jugó seis años, donde disputó 114 partidos, y metió 58 goles, pero tras varias discusiones con la directiva se baja de barco en 1954, con 37 años.

Aún le quedaba un año de fútbol a Ben Barek, y lo quiso jugar en el Olympique de Marsella, club que le trajo a Europa, y que le sacó de la pobreza, pero ya Ben Barek no estaba para aguantar tal ritmo exigente, y colgó las botas en 1955.
En 1958 tomó el mando de la Selección de Marruecos como entrenador, pero no consiguió transmitir a sus jugadores lo que a el le habían transmitido como jugador en su época, y lo dejó.

Tras varios años desaparecido del mundo, el 22 de Septiembre de 1992 encuentran su cuerpo en la mas absoluta soledad, en medio de la ingratitud marginalidad.
Ben Barek había fallecido una semana antes, concretamente el día 16, sin que nadie lo supiera, y sin que nadie se hiciera eco de ello, con lo que le dio Ben Barek al fútbol, y lo poco que le devolvió este.





A MARCEL CERDAN SE LE PARÓ EL RELOJ EN AZORES

CERDAN MIRÓ EL RELOJ, ESTABA PARADO, Y JUSTO DESPUÉS SU AVIÓN SE ESTRELLÓ
Todo pasó en uno de los viajes de Cerdan entre París y New York para ver a su esposa, Édith Piaf.
Marcellin Cerdan nació el 22 de Julio de 1916 en la cuidad argelina de Sidi-Bel-Abbés, población en la que comenzó a andar y donde pasó sus seis primeros años.
Sus padres decidieron trasladarse en 1922 a Casablanca, en Marruecos, y aquí iba a ser donde el joven Marcel comienza a boxear con tan solo 8 años.
Duros entrenamientos, y muchas victorias a nivel Amateur, pero la gran oportunidad de Cerdan llegó en 1934, con 18 años disputó su primer combate profesional en la población marroquí de Meknes.

Al ver que tenía mucho futuro sobre el "ring", Cerdan se traslada a Francia, consigue debutar en París, en la Salle Wagram, consigue muchos títulos, y se convierte en el mejor boxeador del momento en el peso medio.
Tal era el "boom" de Marcel Cerdan, que se ganó el título de "bombardero marroquí" en 1940.
Cerdan entre esos años ganó todos los Campeonatos franceses, el título europeo, y se colgó el cinturón de Campeón del mundo de los pesos medios al derrotar al americano, Tony Zale, (el rey del nocaut), el 21 de Septiembre de 1948.

Se preparó el combate mas esperado, el Campeón Marcel Cerdan contra el aspirante americano, Jake LaMotta, el 16 de Junio de 1949 en Detroit, pero ahí iba a acabar la racha triunfal de Cerdan.
En el duodécimo asalto, el arbitro paró el combate, y la victoria fue para LaMotta, que le robó el Título mundial a Cerdan.
No quedó ahí la cosa, que nada mas caer ante LaMotta, Cerdan ya quería revancha, una revancha que se programó para el 2 de Diciembre de ese mismo año en el Madison Square Garden de New York.
Marcel Cerdan acabó su carrera sobre el cuadrilátero con un balance de 117 combates, de los que venció 113, 66 de ellos por Nocaut, y de los cuales cayó en cautro ocasiones, una la ya mencionada ante Jake LaMotta.

Entre tanto entrenamiento y combate, a Cerdan le quedó también tiempo para formar una familia.
El 27 de Enero de 1943 se casó con Marinette López, con la que tuvo tres hijos, (Marcel Junior, René, y Paul), pero esa relación se fue al traste, y Marcel Cerdan conoció a la cantante Édith Paif, con quien mantuvo una relación en sus años de mayor fama.
Muchos fueron los regalos que le hacía uno a otro, pero el mejor fue un reloj que Paif le regaló a Cerdan, un reloj al que Cerdan cogió mucho cariño, tanto que no se lo quitaba nunca.
Paif tenía su residencia en New York y Cerdan hacía vida en París, muchos fueron los vuelos que tuvieron que coger tanto Cerdan, como Paif para verse.
Pues en uno de ellos, Cerdan salió de Paris para reunirse con Paif en New York, y para preparar la revancha del Madison ante Jake LaMotta, pero ese avión nunca llegó.
El avión salió de París el 28 de Octubre de 1949, con caras conocidas aparte de Cerdan, como la violinista Ginette Neveu, o el pintor Bernard Boutet de Monvel, todo parecía que iba normal, hasta que a Cerdan se le ocurrió mirar la hora en el reloj que Paif le regaló, el reloj se había parado por primera vez.
Instantes después ese Boing F-BAZN se estrelló en el Pico de Vara, en la Isla de Sao Miguel, en el archipiélago de las Azores.

Los restos mortales de Cerdan fueron inhumados en Marruecos, aunque en 1995, fueron trasladados al Cementerio de Sud de Perpignan, donde a día de hoy permanecen.