viernes, 3 de enero de 2014

GEORGE BEST "EL QUINTO BEATLE"

EL JUGADOR NORIRLANDÉS SIEMPRE SERÁ RECORDADO COMO UNO DE LOS MEJORES
Sus constantes desequilibrios, y los vicios, acabaron con un jugador que pudo marcar leyenda.

Hablar de futbolistas que marcaron época, es hablar de George Best, como bien indica su apellido, el chico de Belfast nació para ser el mejor. Como los grandes genios, aquellas personas privilegiadas para considerarse únicos en su faceta deportiva, fue tan brillante en su carrera futbolistica, como oscuro fuera de ella.
Eléctrico, desequilibrante, polémico, vividor...así fue el gran George Best. El genio podía acarrear un torrente de sensaciones, nunca dejando a nadie indiferente.
Por si le faltaba un toque de peculiaridad a su historia, Best pasó los primeros años de su vida jugando al Rugby. De no llegar su padre, y mostrarle su disconformidad con este Deporte, Best nunca hubiera sido futbolista.
La rapidez con la que llegó a la élite del Fútbol, al reconocimiento mundial, y a la admiración de los aficionados, pudo ayudar en gran parte al desafortunado rumbo que tomó su vida fuera de los terrenos de juego.

Como cualquier deportista, Best dio sus primeras patadas en el equipo de su ciudad, en Cregragh. Cuando Best era un niño, con quince años, el por entonces Entrenador del Manchester United, Matt Busby, recibió una llamada de uno de sus ojeadores, informándole que le acababa de encontrar un "talento innato" para los "Red Devils". Así se fraguó el fichaje de la maravilla de Belfast por el United.
Con apenas 17 años, George Best debutó con el Manchester United, justo a la vez que lo hizo con la Selección de su país.
Su rapidez en la conducción, habilidad en el desborde, y eléctricos cambios de dirección a una velocidad vertiginosa, levantaban de su asiento semana tras semana a los aficionados que se citaban cada semana en Old Trafford.
Best devolvió una sonrisa perdida al Teatro de los sueños, tras la tragedia de Múnich en 1958, donde ocho de los quince integrantes de la plantilla del Manchester perdieron la vida en un accidente aéreo, pero con jugadores como Best, Bobby Charlton, o Dennis Law volvió la alegría a casa.
Cayeron dos Ligas en 1965 y 1967, y la ansiada Copa de Europa en 1968, venciendo al Benfica de Eusebio por (4-1),  fue la primera vez que un equipo inglés se proclamaba Campeón del viejo Continente, y la enésima vez que Best demostraba su camino para ser un mito de este Deporte, además ese mismo año recibió el Balón de Oro, que fue dedicado a las victimas del accidente aéreo, que ese mismo año cumplía una década.

Pero no todo en la vida de George Best era de color de rosa, fuera de los terrenos de juego, su vida era muy desequilibrada, sus constantes excesos con el alcohol, deslices con las mujeres, y fiestas hasta altas horas de la madrugada, mermaron muy mucho su estado físico, y le llevaron hasta camino negro en el que deambuló por muchos equipos sin volver a ser el que era, eso sí, algún que otro destello dejó para la galeria de este auténtico genio del balón.
La vida de Best comenzó a caer en barrena, y en 1984 fue condenado a tres meses de prisión por conducir ebrio, algo que volvió a repetir 20 años después, algo que le costó ya la inactividad del Carnet de conducir por un año y medio.
En 2001 se tuvo que someter a un trasplante de Hígado, y en 2005 una Hemorragia interna acabó con su vida.
Dias antes de su muerte, y cuando Best se dio cuenta que su vida tocaba a su fin, pidió al Rotativo "News Of the World" que le tomara una foto viendo como sus días acababan y que la titularan "No muera como yo", siendo consciente de que el mismo había perdido su vida solo, y que los que venían de atrás no tomaran el mismo camino.
Eso sí, en lo que al Fútbol se refiere, habría que emitir otro titular que reseñara "No olviden lo que hice en los terrenos de juego, y el gran valor que le dí a este deporte".