viernes, 13 de julio de 2012

LA MEDALLA OLÍMPICA MAS ÉPICA DE LA HISTORIA

EL BRASILEÑO VANDERLEI DE LIMA FUE ATACADO CUANDO MANDABA EN MARATÓN
Pese a ser apartado de la carrera, tuvo fuerzas para acabar tercero y llevarse el Bronce.
Esta historia se remonta a los Juegos Olímpicos de Atenas, en el año 2004, cuando el 29 de Agosto, a un día de concluir los Juegos, se corría la Maratón, una Maratón muy especial, pues se corría en el mismo lugar donde se originó, hacía mas de 100 años.
El primero en completar los 42 kilómetros y enfundarse la Medalla de Oro fue el italiano, Stefano Baldini, pero el gran Héroe de esa carrera fue el brasileño, Vanderlei de Lima, que consiguió acabar tercero la carrera, tras haber sido atacado por un espectador cuando iba primero.

De Lima, que llegaba a esos Juegos con un gran Curriculum, no contaba para medallas en absoluto, pero pronto se destacó en cabeza y en solitario, hasta que cuando llevaba 1 hora y 52 minutos corriendo, y casi 37 kilómetros completados, fue atacado por un espectador, en concreto, Cornelius Horan, un ex-sacerdote irlandés con problemas psicológicos y con antecedentes de este tipo, ya que un año antes había saltado a la pista de Silverstone en plena carrera de Fórmula 1.

El atacante, vestido con ropa tradicional de su país, saltó desde un costado de la calle para atacar a de Lima, arrastrarlo hasta el otro lado donde se encontraba el público.
El maratoniano, que iba "justito" de fuerzas ya, apenas opuso resistencia, y se fue al suelo.
Al final, con la ayuda de los aficionados citados en la carrera, Vanderlei volvió como pudo a pista, mientras el público reducía a Horan.

Al volver a pista, de Lima empezó a notar calambres, y que había perdido el ritmo que llevaba, algo que le produjo una tremenda angustia, tanta que, se vio rebasado por el que se iba a coronar con el Oro, el italiano Stefano Baldini a cuatro kilómetros de la Meta.
De Lima, también tuvo que ver como a solo dos kilómetros y a punto de entrar en el Estadio Panathinako, era rebasado por el americano, Mebrahtom Klefezighi.

Mas tarde llegaba el momento de gloria para Vanderlei de Lima, cuando entró en el Estadio Olímpico de Atenas, donde el público se puso en pie para recibirle con unos multitudinarios aplausos, sabedores de lo que había ocurrido con anterioridad.
Vanderlei, lejos de entrar frustrado o enfadado al Estadio por lo ocurrido, entró con una inmensa felicidad, los aplausos del público, y la alegría de haber conseguido una Medalla Olímpica, le hicieron olvidar el mal trago, incluso al rebasar la meta, cayó al suelo rendido en medio de una baño de lágrimas.

De Lima se llevó la Medalla de Bronce, una medalla que como el protagonista reconocía, sabía a Oro, pero ahí no iba a quedar la historia de Vanderlei de Lima, ya que meses después fue condecorado con la Medalla  de Pierre de Coubertin, por su valor y espíritu olímpico, una de las mayores distinciones y honores que se le pueden otorgar a un deportista olímpico, y que hasta la fecha solo había sido entregada diez veces.

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