viernes, 1 de marzo de 2013

CUNNINGHAM FUE OVACIONADO EN EL CAMP NOU

HA SIDO EL ÚNICO JUGADOR DEL REAL MADRID EN SER OVACIONADO EN EL CAMP NOU
Cunningham, pese a su gran partido se fue diluyendo, falleció en accidente de tráfico con 33 años.
Laurence Paul Cunningham nació en Londres el 8 de Marzo de 1956, y es conocido por su gran electricidad dentro de un campo de fútbol, y por haber sido el único jugador hasta la fecha del Real Madrid en haber salido ovacionado del Camp Nou tras una estratosferica actuación el 10 de Febrero de 1980, que acabó con un inapelable 0-2 para el conjunto blanco.
Laurie Cunningham comenzó a jugar en Inglaterra en el modesto Leyton Orient FC, donde sus buenas actuaciones le llevaron a fichar por el West Bronwich Albion en 1977, club donde explotaría la gran calidad que atesoraba, con una velocidad electrizante y un quiebro digno de jugadores privilegiados.

El nombre de Cunningham comenza a sonar fuerte por toda Europa, y el fue el Real Madrid el que tiró la casa por la ventana para hacerse con la "Perla Negra" como se le conocía, en 1979 por una cantidad que rondaba los 195 Millones de Pesetas, y que se convertía hasta la fecha en el fichaje mas caro de la historia del club de Chamartín.
Desde sus comienzos con el Real Madrid, Cunningham nunca tuvo mucha suerte dentro del campo, las lesiones lastraban en demasía a un jugador que tenía una calidad increíble y que no podía sacar nada mas que en pequeñas porciones.
Eso sí, Cunningham no iba a bajar los brazos, y se tenía su gran noche reservada para el eterno rival, el Barcelona en el Camp Nou.
Corría el año 80, y el Real Madrid de Santillana o Goyo Benito visitaba el Camp Nou, y Laurie Cunningham iba a salir ovacionado del Coliseo blaugrana, tras una impecable actuación, mostrando sus alardes de cambio de ritmo, regate, velocidad, y calidad.. que asombraron a todo el Estadio, al que no le quedó mas remedio que rendirse al jugador inglés, que ha día de hoy tiene el privilegio de haber sido el único jugador en la historia del Real Madrid en haber salido entre aplausos del feudo del Barcelona.

Pero la figura de Cunningham se iba a ir diluyendo como un azucarillo, y el jugador iba a salir del Real Madrid en 1983, con dirección Inglaterra, para jugar en el Manchester United, donde solo aguantó una campaña.
Volvió a España para estar con su mujer, y firmó con el Sporting de Gijón en 1984, en el Molinón tampoco iba a disfrutar Cunningham, que volvió a partir, esta vez a Francia para jugar en el Olympique de Marsella, club en el que no iba a poder demostrar la calidad que guardaba, y que se le estaba quedando estancada.
En 1985 volvió de nuevo a Inglaterra, esta vez para jugar en el Leicester City, donde tampoco consiguió aguantar mas de una temporada.
Finalmente, Laurie firmó por el Rayo Vallecano en 1986, club donde tampoco iba a cuajar, siempre victima de las lesiones que no le dejaban de dar un paso adelante en el fútbol.
Oportunidades tampoco le faltaron a Laurie, que firmó en 1987 por el Charleroi belga, pero mas de lo mismo, en menos de un año, abandonó el equipo, y partió de nuevo a su Inglaterra natal para firmar con el Wimbledon, donde tampoco pudo jugar mas de un año.

Ya el nombre de Cunningham perdió valor, y tuvo que retroceder en su carrera para firmar en Segunda División, de nuevo en el Rayo Vallecano, con quien fichó en 1988 y con el que ascendió en su primer año en el equipo.
La tragedia tocó de lleno a Cunningham en 1989, cuando el 15 de Julio de ese año, iba a sufrir un accidente de tráfico cuando conducía a alta velocidad y sin cinturón, y que le costó la vida.
Cunningham salió expulsado del coche al chocar contra un poste, quedando su cuerpo tendido sobre el asfalto.
Laurie se fue de este mundo dejando una mujer viuda, y un niño de apenas año y medio, y con el sabor de boca de que atesoraba tanta calidad como para haber marcado una época, y todo quedó en nada truncado por las lesiones.


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